La villa se encuentra actualmente situada al pie del castillo, extendiéndose desde sus estribaciones por un terreno en pendiente hasta la llanura, lo que le confiere unas características urbanas a caballo entre las de La Mancha y las de la sierra. La villa estaba antiguamente protegida por una muralla que, partiendo de la entrada a la peña del castillo, rodeaba el pueblo hasta el barrio más alto, con tres entradas conocidas como La Puerta de Madrid, La Puerta de Hellín y La Puerta de Bogarra. Actualmente quedan algunos restos de esta muralla que se pueden contemplar mientras se da un paseo por el pueblo.